jueves, 9 de julio de 2009

Oda a la locura.

Por : Betty Beatón Ruíz.
Santiago de Cuba.
bbeaton@enet.cu

“Hay locura que hicieron el día”… así dice el cantor y a mí se me antoja que lo hace pensando en el 26 de Julio de 1953, cuando Santiago de Cuba amaneció de sol y metralla. Cómo si no, entender la osadía de aquellos intrépidos jóvenes, bisoños guerreros de pecho abierto a las balas y corazón desbordado de Patria.

Cómo explicar que en medio de la represión tiránica de Fulgencio Batista y sus sicarios esos muchachos y muchachas se lanzaran a lo desconocido, y arriesgaran sus sueños más dulces: la novia, el trabajo, los amigos, la vida.

“Hay locuras de Diosa y de Dios”… sigue cantando el poeta y a mí se me antoja que lo dice pensando en Fidel, en Raúl, en Almeida, en Haydée y Melba, en Abel Santamaría y sus ojos ya desorbitados que no dejan de mirarnos, de dar luz a los cubanos y las cubanas.

“Hay locuras tan bellas, tan sanas, tan puras, que una de ellas será mi morir”… termina de cantar Silvio Rodríguez y a mí se me sigue antojando que ha calcado en letras esta irrevocable decisión muestra de entregar alma y aliento por la cosa más sencillas y más grandes: por Cuba, porque siempre siga siendo 26 de Julio en Santiago, y por que continúen existiendo “locuras que son la esperanza”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario